Tras la Segunda Guerra Mundial al público francés, rescatado de la opresión nazi, no le interesaba el relato policíaco tradicional. En este contexto, Marcel Duhamel planificó para la editorial Gallimard una
colección de novelas, de influencia anglosajona, que reflejaba realismo y brutal expresividad en sus obras. Fundamentalmente, las novelas son una crítica racional al entorno sociopolítico de la época.
El poeta Jacques Prévert le dio entonces el nombre de Série Noire a la citada colección. Hasta entonces no se había reconocido en Estados Unidos al género como tal, incluyéndose en el campo de la narrativa de misterio.
Los autores de mayor importancia dentro del género clamaban por ser considerados al margen de la desprestigiada narrativa sobre el crimen. Tanto la carencia de identidad del género negro en su patria, los Estados Unidos, como el interés de sus mayores practicantes por no ser etiquetados por temática criminal alguna, han llegado hasta hoy, por lo que el concepto de novela negra sigue siendo europeo.
Cuando tras inaugurarse la Série Noire de Duhamel llegaron a París películas como “El halcón Maltés” de John Huston (adaptación de una novela de Dashiell Hammet), “Perdición” (adaptación de una novela de James M. Cain), o “Adiós Muñeca” de Edward Dmytriyk (basada en una novela de Raymond Chandler) el género negro quedó consagrado, hablándose de cine negro y de films noirs al igual que de novela negra y roman noirs.
En la Biblioteca Central encontrarás una selección de novelas y películas sobre este género, que hemos recopilado para que te lleves en préstamo.
José, ¿y qué hay de las mujeres fatales del cine negro? ¿De las malas malísimas que llevan al prota por el camino de la perdición, la peor opción pero más divertida, o de las buenas buenísimas cuyo fin en esta vida es el de redimirles?. Hay una peli de Otto Preminger basada en una novela de Marty Holland, “¿Ángel o diablo?”, donde el indolente Dana Andrews pierde los papeles por una morena y se casa con una rubia que viene que ni al pelo. Hablando de pelos, en París hubo una exposición ” Brune/Blonde” dedicada a las tendencias del cabello (color y peinados) en Hollywood y su influencia en la sociedad.
Yo leo a veces novelas de polis y detectives. Y las hay buenas, y las hay que… En fin qe por ser negra no es necesariamente buena.
Luis
Por supuesto, eso no se desprende de esta reseña, que pretende apuntar algunos rasgos introductorios sobre el tema, o al menos no era su intención. Dentro de la novela policíaca, como en todos los géneros literarios, cinematográficos, etc., hay obras maestras, obras pasables y obras malas. Eso no quita para que cada lector tenga sus preferencias.
Un saludo