José Aurelio Rodríguez

Tras la Segunda Guerra Mundial al público francés, rescatado de la opresión nazi, no le interesaba el relato policíaco tradicional. En este contexto, Marcel Duhamel planificó para la editorial Gallimard una
colección de novelas, de influencia anglosajona, que reflejaba realismo y brutal expresividad en sus obras. Fundamentalmente, las novelas son una crítica racional al entorno sociopolítico de la época.

El poeta Jacques Prévert le dio entonces el nombre de Série Noire a la citada colección. Hasta entonces no se había reconocido en Estados Unidos al género como tal, incluyéndose en el campo de la narrativa de misterio.

Los autores de mayor importancia dentro del género clamaban por ser considerados al margen de la desprestigiada narrativa sobre el crimen. Tanto la carencia de identidad del género negro en su patria, los Estados Unidos, como el interés de sus mayores practicantes por no ser etiquetados por temática criminal alguna, han llegado hasta hoy, por lo que el concepto de novela negra sigue siendo europeo.
Cuando tras inaugurarse la Série Noire de Duhamel llegaron a París películas como “El halcón Maltés” de John Huston (adaptación de una novela de Dashiell Hammet), “Perdición” (adaptación de una novela de James M. Cain), o “Adiós Muñeca” de Edward Dmytriyk (basada en una novela de Raymond Chandler) el género negro quedó consagrado, hablándose de cine negro y de films noirs al igual que de novela negra y roman noirs.

En la Biblioteca Central encontrarás una selección de novelas y películas sobre este género, que hemos recopilado para que te lleves en préstamo.